viernes, 17 de junio de 2016

Cuatro heridos leves por turbulencias en un vuelo Bilbao-Barcelona

Los afectados son los tripulantes de un avión de Vueling, que volvieron a Loiu y fueron atendidos de varias contusiones en Cruces. Los pasajeros «no sufrieron daños»


La escena sorprendió en la tarde del pasado miércoles a las personas que esperaban en la sala de Urgencias del hospital de Cruces. Cuatro tripulantes de cabina, con sus respectivos uniformes de vuelo, aguardaban su turno para ser atendidos por los médicos. Los profesionales habían sufrido unas horas antes un incidente poco habitual, mientras trabajaban en el transcurso de un vuelo que había partido de Loiu con destino a Barcelona. Una turbulencia provocó que sufrieran diversas contusiones, afortunadamente «sin gravedad». No obstante, se consideró conveniente que pasaran un examen de salud para verificar que todo estaba bien, según confirmó ayer la aerolínea Vueling. La compañía aseguró también que «no hubo daños entre el pasaje».
Los hechos tuvieron lugar cuando el vuelo VY1435 se hallaba a gran altitud, tras haber salido de Loiu sobre las 16.30 horas. El comandante había recomendado a los pasajeros tener abrochado el cinturón ante la sospecha de que pudiera atravesarse una zona con meteorología adversa. Hasta el momento del incidente, no se produjo ningún sobresalto. Sin embargo, repentinamente, una «turbulencia de aire claro (TAC)» sorprendió al aparato, un ‘Airbus 320’, con matrícula EC-LUO y

capacidad para 180 pasajeros.
«Indetectable»
La sacudida fue inmediata e hizo que los cuatro tripulantes de cabina chocaran con los asientos y los portaequipajes. Según la compañía, los pasajeros no sufrieron «ningún daño». Vueling afirmó que la turbulencia del tipo TAC es «indetectable al radar meteorológico» y «poco habitual». Se suele producir cuando el cielo está despejado, sin presencia de nubes. Tiene que ver con el hecho de que la aeronave atraviesa la frontera entre dos masas de aire que se desplazan a velocidades muy diferentes.
Tras producirse el percance, el piloto avisó rápidamente al centro de control del espacio aéreo. ¿El objetivo? Evitar problemas a cualquier otro avión que fuera a atravesar la zona. Tras aterrizar sin problemas en Barcelona, los profesionales embarcaron de vuelta en «un vuelo en posición» con destino a Bilbao, su lugar de residencia, para ser sometidos a un examen médico. Las pruebas se realizaron en el hospital de Cruces, donde los tripulantes llamaron la atención de otros enfermos por su vestimenta.


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